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La pedagoga Inger Enkvist |
El otro día revisando nuevas publicaciones de Facebook me encontré, por casualidad, con una que había compartido uno de mis profesores del instituto. La noticia en cuestión había sido publicada en la Cadena Ser, y era una entrevista que había concedido la pedagoga Inger Enkvist con motivo de una charla que iba a dar en Logroño. Dicha charla fue titulada Los secretos del milagro del sistema educativo finlandés.
En este post vamos a analizar esta entrevista, a la cual puedes acceder pinchando aquí. Antes de empezar quiero aclarar que esta es mi opinión, tanto personal como profesional, y estaré encantada de escuchar otras opiniones, iguales o contrarias a las mías.
De esta entrevista podemos extraer tres temas principales, los cuales se pueden analizar y debatir. El primero es el tema de la calidad del profesorado. Inger afirma que es una de las claves por el que el modelo educativo finlandés tiene éxito. Dentro de dicho tema, se aborda el respeto existente hacia este colectivo proveniente de ámbitos que difieren al educativo. Si bien es cierto que en España el respeto al profesorado está en desuso, mi opinión es que la educación debe partir desde el respeto a todos los profesionales que están relacionados de manera directa o indirecta con la educación. Me explico. Inger hace hincapié en el respeto que se le tiene a todo el profesorado, un profesorado cualificado no solo por tener muchos conocimientos, sino también por saber dar una clase de una manera dinámica. En esto estoy totalmente de acuerdo con ella, hay que tenerle un respeto a este colectivo. Pero también creo que es importante el respeto hacia los alumnos y hacia otros profesionales como por ejemplo, los pedagogos, los trabajadores sociales... En España, al menos, existe, en muchos casos, el "miedo" de que los profesionales de distintas ramas se relacionen y se ayuden entre ellos; esto es debido a la visión que se tiene de que estas relaciones puedan cuestionar las estrategias educativas que se están llevando a cabo o interponerse en el trabajo calificándolo de malo o inadecuado. La educación es una gran máquina que necesita que todas sus piezas funcionen correctamente y eso pasa por respetar el papel fundamental que juegan todos los profesionales en este ámbito sin ver "quién hace más que quién" o "quién tiene más mérito". En cuanto al respeto al alumnado es relativamente fácil hacer de ellos el centro de la educación. Lo difícil es no olvidarnos de que cada alumno tiene su propio ritmo de aprendizaje y sus propias curiosidades. En España, muchas veces no nos preocupamos de averiguar si ese ritmo puede avanzar poniendo en práctica determinadas estrategias o que causas les está llevando a esos niños a no rendir al 100% en el colegio. Así que, obviando eso, nos preocupamos de castigarlos ya sean con más deberes o con "papeles informativos", como sucede en 4º de la ESO, diciéndoles lo que deberían hacer en un futuro, si Formación Profesional, Universidad...
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Recuperado el 17/11/2016 de aquí |
El segundo tema que se aborda, está relacionado con el párrafo anterior, y es el de los deberes. Inger dice que es una locura quitar los deberes que se marcan para su realización en casa. Ella defiende que mientras existan profesores de calidad los deberes serán interactivos y amenos, despertando, así, el interés en el alumnado. Es cierto que, no se deben quitar los deberes que se mandan a casa pero eso no exime a España de lo que está ocurriendo actualmente. España es un país en el que después de que los niños pasen 6 horas en la escuela les mandan, a los alumnos, una cantidad de deberes inentendibles que hace que tengan que estar toda la tarde con ellos. Si bien es importante reforzar lo dado en el colegio mediante tareas que se han de realizar en la casa, tiene la misma importancia que estos tengan tiempo libre para desarrollar actividades que surjan de su interés y motivación personal.
Y el tercer y último tema, es el de trasladar el Sistema Educativo Finlandés a España. Esta pedagoga, aclara que hay estudios que abalan los países que ya han hecho esto y los resultados son positivos. Cada país tiene sus circunstancias, por tanto cada país tiene un alumnado distinto, con sus peculiaridades y sus metas. Por eso, creo, que cada país debe tener su propio modelo educativo. Eso no quita que no se pueda inspirar en las estrategias desarrolladas, en este caso, en el modelo finlandés o extraer una técnica educativa tal y como se ha desarrollado en Finlandia pero, siempre, partiendo de un modelo propio y adecuado a los niños que lo van a recibir.
Por lo tanto, y para finalizar se podría resumir en que lo que España necesita es un sistema educativo que respete a todos los profesionales que trabajen en él. Un sistema educativo cuyos intereses velen por el alumnado, que tenga una raíz propia aunque extraigan ejemplos e inspiración de otros sistemas. Y, sobretodo, que no cambie porque entre un partido político nuevo al gobierno sino que cambie por que así lo necesite la propia educación.
Autora: Ana Isabel Hernández Vega