"Los profesores esperamos que los alumnos
vengan motivados de casa, eso no va a pasar" Esta frase ha sido dicha por el director y profesor del Instituto de Numancia, Gabriel Fernández. Esas palabras son sólo un extracto de un episodio de Salvados, titulado de hijos a padres, que es un programa presentado por Jordi Évole.
Si tuviéramos que definir qué es la motivación
escolar sería acertado decir que es el factor que ayuda al proceso de
aprendizaje impulsando la acción del saber.
Por ende, se puede afirmar que se necesita de esa motivación para conseguir que el proceso de enseñanza-aprendizaje sea óptimo y eficaz; haciendo de este, no solo un método de aprender por aprender sino, un proceso de aprender para
crecer y superarse. Sin embargo, en la gran mayoría de las escuelas se puede observar como los alumnos carecen de esa motivación y no tienen ganas de aprender. Esto supone un problema que a la larga puede acarrear consecuencias negativas para el futuro de los estudiantes. En esta entrada vamos a conocer a dos personas que encuentran en el dinamismo y la creatividad una forma para conseguir que sus alumnos se interesen por lo que se inculca en el aula.
Bethany Humphrey |
La primera persona que ha logrado acabar con el aburrimiento y la rutina en sus clases es la profesora Bethany
Humphrey. ¿Como? Bethany Humphrey consigue animar a sus alumnos mediante canciones de distintos géneros. Ella ha conseguido que sus alumnos se aprendan la tabla de multiplicar a base de rap como se puede ver pinchando aquí. Asimismo, en su Instagram se puede ver muchísimos otros vídeos donde sigue demostrando que el aburrimiento no tiene cabida en sus clases.
Y para terminar, quiero dejarles con un vídeo de otro profesor que comienza sus clases diciéndole a sus alumnos, uno por uno, lo mejor de ellos mismos. Así, partiendo de la confianza y el reconocimiento al trabajo bien realizado, consigue que sus alumnos crean en ellos mismo y puedan avanzar.
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